Parábolas para volar, paranoyas para llorar y soñar.

martes, abril 05, 2011

Locuras, por las que vivo, y que me matarán.

Desde que nací, allá en un lejano 1992, en el mundo se han librado dos guerras, al menos que recuerde. Una en Irak, fruto de la avaricia y la desesperación humana por la afamada y yonki estrella del rock, el Dinero, y por el petróleo. La otra tiene lugar en la actualidad, in this moment, right now, y lo diría en Latín como el que es culto, pero no tengo ni puta idea.

¿Pero sabes qué? No soy un pacifista, ni nada por el estilo. Antes era rapero, de esos chungos, uauh! Pero he madurado un
poco, y paso de eso. Ahora soy un escritor hardcore. Fuck yeah. Bueno, que me pongo a soltar paridas y no paro. Como decía, la moda de cualquiera raperillo de ciudad, con su gorra descolocada y sus pantalones cagados (por cierto, una vez un profesor me preguntó si yo sabía el origen de esta moda, estremecedor documento áquel.) es hacer una canción de protesta social contra las guerras y demás. Pues veréis, seré un egoísta o un cabronazo, pero mientras allí las balas vuelan, yo estoy aqui fumandome un Marlboro y chateando con una vieja amiga que descubrió esta página de manera secreta y oculta. Buf. Allí muere gente, aquí hacemos el capullo y pasamos de esas historias.

Pero, guerras...

Allí se derrama sangre, aquí se derraman lágrimas. Allí disparan y lanzan bombas, aquí arrojamos palabras llenas de ira. Pacifistas, la guerra más grande de la historia empezó cuando nació el hombre. Mi vida es una guerra, la tuya, que estas leyendo esto, es una guerra. Esa no podreis erradicarla nunca. Y es, quizás, la mas importante de todas. Tu vida es tu guerra. Tu decides.

(Joder, que Saw me ha quedado el final)