Parábolas para volar, paranoyas para llorar y soñar.

domingo, diciembre 19, 2010

El miedo no reside en el enemigo, si no en ti mismo.

-La vida es una lucha constante. El adversario es duro, pero no debe importar, lo esencial está en tu interior. Pero dime, joven, ¿qué ves delante de tu puño?

-He visto el dolor y la penuria, me derrotado infinitas calamidades, he mirado con los ojos a la muerte y he combatido su guadaña con mi mejor espada, he sufrido. He escrito media vida con sangre en mis nudillos. Sensei, me he enfrentado a enemigos inesperados, he tenido miedo y lo he combatido como mejor sé, y he vencido. Delante de mi puño veo hordas infernales dirigirse hacia mí. Dentro, está la furia necesaria para pelear, y salir victorioso. Porque no me asusta la muerte, sensei, pero temo vivir queriendo morir.

La lejanía de lo melancólico.